de Malek Chaoufi Canoura ✨🌳✨


¡Oh, árbol!

Tú que eres la unión entre el cielo y la tierra.
Tú que eres la antena de conexión con la Divinidad a través de tu copa.
Tú que eres el enlace con la Madre Tierra a través de tus raíces.
Tú, el que fortalece tu tronco, viviendo el eterno presente en todas las estaciones.
Tú que creces gracias a las lluvias de bendiciones.
Tus ramas emergen buscando la luz del severo padre sol.
Tus hojas se mojan con el rocío, lágrimas amorosas de la madre luna.
Tus semillas son los frutos de tu amor y regalas vida.
Tú, tan sabio, fluyes con el tiempo reconociendo los ciclos de la existencia.

¡Oh, árbol!

Tú que muestras las historias familiares y lo que escondes entre muchos nudos y secretos, ayúdame a liberar de mi vida lo que no es mío y sea de mis ancestros.
Apóyame para reparar todo cuanto he heredado, para crecer y evolucionar en libertad
Si estoy preparad@, permíteme con mi coraje soltar las infidelidades, separaciones y traiciones.
Si estoy preparad@, concédeme a través de mi valentía absolver los asesinatos, robos y suicidios.
Si estoy preparad@, autorízame para que con mi fuerza disuelva las adicciones, ruinas y enfermedades.
Si estoy preparad@, guíame para desatar con entereza a los hijos no reconocidos, incestos y abusos.
Indícame el camino para superar todos los miedos cristalizados.

¡Oh, árbol!

Despiértame para abrir los ojos, detectar los patrones en bucle y así romper con las repeticiones inconscientes y malsanas de mi estirpe y mías.
Auxíliame con tu conocimiento para desheredar los tabúes y silencios del clan.
Ayúdame a comprender que la muerte es la continuidad de la vida y viceversa.
Así, se me hará más fácil superar los duelos y los asuntos no resueltos y podré comunicarme con mi alma leyéndola en verso y en prosa.

¡Oh, Árbol!

Si de mis bisabuelos heredé las ideas y creencias como espadas, ayúdame a ser capaz de desenclavar los extremos, lo limitante y lo caduco, como aquel que a través de las guerras logró la paz.
Si de mis abuelos heredé las emociones, sentimientos y la espiritualidad como copas, favoréceme, si soy capaz, de verter la copa del veneno de Judas y beber de la copa Crística; como aquel que transformó el agua en vino.
Si de mis padres heredé la sexualidad, lo creativo y el trabajo como bastos, permíteme, si soy capaz, de quemar el basto de lo que no se alinea conmigo y llevar el basto de la gloria; como aquel que abrió el Nilo.
Si de mis hermanos heredé los bienes materiales, el dinero y el territorio como oros, asísteme, si soy capaz, de proteger lo que es mío y eximir lo que no lo es; como aquel que se liberó de las ataduras bajo el árbol Bodi.

¡Oh, árbol!

Si me olvido, recuérdame que gratifique a mi árbol desde las raíces hasta la copa.
Recuérdame que bendiga a mi rama paterna y materna, pues mi padre con su semen fue la llave y mi madre con su útero fue el portal, y gracias a ellos, yo nací para vivir está magia terrestre
Si me quedé huérfan@, recuérdame que mis seres queridos en mi corazón habitan. Recuérdame que desde su luz me aman como el padre Sol y la madre Luna.
Y, si estoy en proceso de sanación, permíteme reconectar con mi niñ@ interior, ya que muchos aprendizajes tienen origen en la infancia, donde ha habido muchos excesos y muchas carencias.
Permíteme reencontrarme, abrazarle y jugar con él(ella). Así me recupero de los dolores del pasado y recobro la ilusión, la alegría y el amor propio
Así me fortalezco en el aquí y ahora y recobro la seguridad, la confianza y autoestima
Y si nos unimos, juntos andaremos lejos en el bello camino de la dulce vida.

¡Oh, árbol!

Permíteme perdonarme y así podré perdonar a los que me hicieron daño.
Con tu justa ayuda, podré alcanzar el mayor de los tesoros que buscaba desde antaño:  Mi integridad como ser espiritual experimentando una vida terrenal.  Mi independencia como humano terrenal unido con toda la existencia universal.
Así me será más fácil reconectar con la Fuente y mi origen celestial y poder fluir con facilidad, en esta escuela donde cada un@, es un maestr@ excepcional.
¿Acaso no es bonito expandir la consciencia a través de las transiciones, transmutaciones y transformaciones?

¡Oh, árbol!

Somos polvo de estrellas…
Tú decidiste ser árbol y yo decidí ser humano…
Si me ves preparado, permíteme como humano recorrer tus 32 senderos desde la tierra hasta la Corona, reconociéndome en cada emanación de la deidad.
Sintiendo desde el corazón el fundamento, el esplendor y la victoria; la belleza, la severidad y la misericordia.
Elevándome al entendimiento y a la sabiduría.
Experimentando en cada pilar y en cada triada la separación y la Unidad…
Dejando caer las capas de lo que no soy, hasta SER… El Verbo
Fusionándome con mi esencia por donde con amor y luz actúa mi Yo Superior.

¡Oh, árbol!

Permíteme que me equivoque, pues dispongo del libre albedrío,
Pero ¡recuérdame!…
Recuérdame que gracias a la historia del árbol del bien y el mal, todo es perfecto en la tierra, pues no existe ni bueno ni malo. Solo luces y sombras
Y así de duales y contradictorios somos los humanos…
Recuérdame que, si la sombra me conquista y me está destruyendo, puedo transcenderla a la luminosidad.
Recuérdame que, si la luz me conquista y me está construyendo, puedo sanarme a mí mism@ y tender la mano al prójimo en libertad.

¡Oh, árbol!

Si me quedo cieg@ porque los árboles no me dejan ver el bosque, por favor, déjame ver el bosque donde te hayas porque es la unidad.
Confío en que la humanidad, como todos los bosques, logremos sanarnos de la herencia transgeneracional y así seguiremos elevándonos hacia nuestra divinidad.
Porque en el reino de la tierra como en el reino de los cielos los sueños se cumplen transformándose en proyectos antes de hacerse realidad.
¡Nosotros somos como tú, amado árbol!
Nuestras raíces están en la tierra y el cielo es nuestro lar.

Con amor,
Malek

Tomado de Mi Voz Es Tu voz

Escucha el audio aqui ► https://youtu.be/RT6qSXcbl_k